sábado, 21 de noviembre de 2009

Política - VENEZUELA, SIN TREGUA


"Uniformados que llegaron en camionetas del lado venezolano, aparentemente pertenecientes al Ejército de Venezuela, ubicaron dos puentes peatonales comunitarios que unen a las comunidades de ambos lados, puentes civiles (...) y procedieron a dinamitar esos dos puentes del lado venezolano"  afirmó para los medios Gabriel Silva Ministro de Defensa Colombiano.

Estas fueron las primeras declaraciones del gobierno colombiano, tras el conocimiento de otro agravio de Venezuela y sus fuerzas  Armadas a la población civil. El lugar de los hechos, zona rural de Rangonvalia en el sector de las Delicias, dos puentes artesanales que cruzan el rio Táchira en la frontera colombo venezolana.


¿Otra vez? Sí, al parecer las declaraciones y las arremetidas verbales contra Colombia y sus dirigentes ya no son suficientes, para tratar de provocar al gobierno colombiano, y que de esta forma se ahonde más, en un conflicto sin precedentes y sin sentido, al parecer ya las alocuciones descabelladas del presidente Hugo Chávez Frías, no son suficientes, para llamar la atención de la comunidad internacional, o para seguir tapando su falta de gestión dentro de su república venezolana.  


Ahora es necesario sacar las armas, y pelear, demostrar e intimidar a su misma gente, sin contar que esta vez los damnificados directos fueron los pobladores rurales de las dos partes. Campesinos tanto de Venezuela como de Colombia salieron afectados, ya que los puentes derrumbados, servían a los lugareños como única herramienta de comunicación y comercio.


El gobierno Venezolano acompañado por su Guardia Nacional, afirman que los puentes eran utilizados para facilitar el narcotráfico entre las dos regiones, y el contrabando de combustible hacia Colombia. Si esto es así, las preguntas que surgen son: ¿por qué esperar hasta que las relaciones entre los dos países estuvieran en su peor punto?, o ¿Por qué no consultar al Gobierno colombiano sobre acciones militares en la frontera? Es acaso esto, una demostración más de su poder armamentista, o es la forma de decir: colombianos estamos listos para la guerra.

              Uno de los puentes dinamitados por las Fuerzas Armadas venezolanas en la frontera con Colombia.
                   Fuente: IMAGEN-6631247-2.png El Tiempo.


¿Qué dice Colombia?


En voz del Ministro de Defensa Gabriel Silva Lujan, el gobierno colombiano afirma que no aceptará “una agresión contra la población civil ni contra el territorio colombiano”. Además comentó, “No caemos en las provocaciones, en la guerra verbal o en los insultos nos resbalan como dicen popularmente”, teniendo en cuenta esta declaración, se puede concluir que Colombia seguirá en su política de la prudencia y los términos diplomáticos, que la verdad hasta el momento no han sido muy eficientes y que poco se han tenido en cuenta por el gobierno Venezolano.


Son 2.219 kilómetros de frontera, la que comparten los dos países, y en ella se pueden encontrar representación de todos los grupos, paramilitares, guerrilleros, narcotráfico, delincuencia común y contrabandistas. Pero sobre todo habitan humanos, población civil indefensa, padres, madres e hijos que se ganan la vida en el campo. ¿Hasta cuándo van a estar con la incertidumbre de una guerra ya cantada?, hasta cuando el poder de las armas, ya sea de ejército colombiano o venezolano, o de cualquier grupo al margen de la ley amedrantaran el diario vivir de gente indefensa. Hasta cuando la ley del más fuerte, hasta cuando la vida de muchos dependerá de una bala, de un fusil, de un ejército, de un presidente.

Miguel Jara Betancourth
Periodista LA LUPA
lalupaopinion@gmail.com











Fuente Imagen Sumario: 791_thumbzoom.jpg

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