sábado, 14 de noviembre de 2009

Opinión - BAJO AMENAZA

Libertad de Expresión y Autoritarismo

"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo". Voltaire.


La extrema dificultad de expresarse libremente es un karma que sufrimos los habitantes de un país donde supuestamente reina la democracia; periodistas, estudiantes, ciudadanos y gente del común son diariamente reprimidos y silenciados por el simple motivo de sentar su opinión.







¿Será que reina la democracia? O más bien preguntémonos, ¿alguna vez ha existido verdaderamente democracia en Colombia cuando todas las voces disidentes han sido acalladas?

Pues bien, la respuesta prefiero dejarla a conciencia de cada quien. Siempre es bueno reflexionar sobre nuestro pasado y presente, sobre todo cuando el futuro se vislumbra algo turbio como consecuencia de estos dos.

Volviendo al tema, hace menos de una semana estuve presente en una Conferencia Internacional sobre “Libertad de Expresión en Tiempos de Crisis”, realizada en la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Espacio donde se analizó y reflexionó acerca de esta grave situación que se presenta no sólo en Colombia sino en varios países de América Latina. Uno de los temas más importantes de los cuales se habló, fue el de las famosas "chuzadas" ejecutadas por el DAS a políticos, magistrados, periodistas, defensores de derechos humanos, en fin, a todo opositor político del gobierno. En el auditorio se encontraban algunas de las víctimas de las interceptaciones ilegales entre ellos, Daniel Coronell; quien se mostró preocupado, mas no escandalizado por las constantes "intervenciones" que han tenido y tienen comunicadores y políticos comprometidos con la Democracia, ya que, según él, ese tipo de acciones y comportamientos son típicos, formando parte de la personalidad controladora que caracteriza al Señor Presidente.

Realmente considero alarmante y desesperante que el simple hecho de hablar se convierta en un motivo para una desaparición, cómo se supone que tiene que estar un país para pensar y reaccionar de tal forma, qué clase de gobierno crea y ejecuta esas "normas" que algunos acatan sin la menor objeción; qué grado de descomposición ha alcanzado una sociedad que prohíbe y señala a quien piensa o actúa de manera diferente. El derecho a reflejar nuestras ideas de manera suelta y sin tapujos, no se cumplirá por sí solo, tendremos que luchar para lograrlo, a costa inclusive de la propia seguridad personal.

Para construir una democracia sólida en Colombia es necesario transformarla de representativa a participativa a través de la Libertad de Expresión como aval para asegurar que las decisiones sean tomadas por todos los ciudadanos y no únicamente por una élite que manipula los medios de información y cambia a su conveniencia las mentes de las personas convirtiéndolas en simples votantes.


Debemos tener en cuenta que el caso de las "chuzadas" no es el primero ni el último que atenta contra la privacidad y la libertad de cada individuo; recordemos, por ejemplo, el suceso del escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal, colaborador del programa La Luciérnaga, quien fue asaltado en su vivienda en el mes de abril del presente año; donde fue amenazado y le fueron hurtados sus tres computadores, con los que desempañaba su labor investigativa, dejando mucho que pensar la presencia de un carro del ejército en el momento del asalto, sobre todo si consideramos que los únicos objetos robados fueron sus tres computadores junto a documentos que sustentaban su trabajo. Sin embargo, aquello puede ser más comprensible, siendo este periodista una reconocida amenaza frente a los abusos del Gobierno; lo que es inaudito es lo que acaba de ocurrir el pasado viernes 6 de noviembre en el centro de Bogotá, donde me encontraba cubriendo una manifestación integrada por un grupo grande de trabajadores, estudiantes, profesores, familias y gente de todas las edades quienes protestaban mostrando su inconformidad con el actual sistema. La creatividad se hizo presente mediante expresiones como el teatro y la sátira política, los jóvenes disfrazados lucieron afiches muy originales, criticando recientes acontecimientos y burlándose de esas "acciones y comportamientos que caracterizan la personalidad del Señor Presidente". Así avanzo la marcha, pacíficamente y sin ningún problema. Ésta había organizado salir del Parque Nacional hasta la Plaza de Bolívar, pero la movilización fue interrumpida violentamente a la altura de la Avenida Jimenez, donde nos esperaba una emboscada del ESMAD quien sin previas provocaciones abrieron fuego contra la multitud dispersándola rápidamente. En medio del caos, alcancé a ver como fueron atacados varios camarógrafos por la fuerza pública, con el único objetivo de destruirles sus cámaras, la evidencia de tales abusos; al tiempo que golpeaban y disparaban balas de goma y granadas de gases lacrimógenos a quema ropa, contra quien fuese, sin importar si participaba o no de la marcha. Tal vez no estamos acostumbrados a asociar Libertad de Expresión con este tipo de eventos, usualmente este termino es utilizado cuando hablamos de los medios de comunicación y de los comunicadores de profesión, ignorando que la mas valiosa forma de expresarse de una sociedad es la que se hace directamente y no a través de terceros.




                               

Somos conscientes que el miedo es la principal y más poderosa arma, vivimos en un régimen del terror, desde las noticias que emiten a diario, pasando por las alocuciones presidenciales que a propósito son cada vez más seguidas, hasta las telenovelas y series de televisión que en su mayoría nacen cargadas de violencia, las cuales no aportan en nada a la construcción de un país mejor, definitivamente los medios oficiales de comunicación en Colombia no están a servicio de la sociedad. Ahora cabe preguntarnos si lo que vemos, oímos y leemos a diario es real o es simplemente una red de mentiras y trampas que muchas veces se cae por su propio peso, abramos los ojos y no ignoremos esta verdad, no permitamos que absolutamente nadie nos arrebate el derecho a la libre expresión, al libre pensamiento, al libre actuar; el esclavismo no es de épocas pasadas, este fenómeno económico y social está más presente que nunca en América Latina y en nuestro país encubierto bajo otras formas. Como estudiante, como periodista, como ciudadana y como partícipe de esta sociedad me preocupa hondamente la "Libertad de Expresión" en Colombia, cada minuto más restringida, aunque claro, esto no resulta tan evidente porque los que tienen en control se encargan de hacer parecer que todo funciona a la perfección, a las mil maravillas. ¿Será que les creemos todavía? ¿Por cuánto tiempo más seguiremos este juego? ¿Por cuánto tiempo más continuaremos secuestrados por este sistema al que no le interesa liberarnos?


Maria Antonieta Mora Bravo
Periodista LA LUPA





1 comentario:

  1. Excelente!!

    Los Derechos son una conquista no un regalo y si queremos poder decir lo que pensamos tenemos que prepararnos para luchar, para pelear por ese espacio que el Sistema nos cerró. Expresarse desafortunadamente es algo que no se puede hacer en este país con las manos desnudas sin pagar caro las consecuencias.

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