Al mejor estilo de cualquier evento de rock de talla mundial, desde 1996 se viene realizando en Bogotá el festival de rap más importante de América Latina: Hip Hop al Parque.
Desde la glorieta de la avenida 68 con calle 63, se escucha el intenso beat que hace temblar el suelo. Las calles parecen una verdadera feria. Completos ríos humanos, con pantalones anchos, gorras y camisetas hasta las rodillas se dirigen hacia la Plazoleta de Eventos del parque Simón Bolívar. Caminan con tanta seguridad y ansiedad como si se tratara de una peregrinación al Sinaí; pero lejos de ser cualquier acontecimiento religioso, se trata del festival de rap más importante de América Latina: Hip Hop Al Parque.
Este festival, organizado por la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte junto con la Orquesta Filarmónica Distrital, reúne un fin de semana entero a los exponentes nacionales y extranjeros más importantes de la cultura hip hop del mundo. Este año la cantante más esperada es La Mala Rodríguez, una de las artistas de rap más representativas de España. Sin embargo, un aire de incertidumbre recorre el ambiente: un día antes, surgió el rumor de que La Mala no vendría. Pero esto no será un impedimento para que el rapero deje de asistir, él no le 'come' al rumor. Él irá con o son la Mala
Lo primero que se observa al entrar a la plazoleta, es una gigantesca nube sobre los asistentes. Contrario a lo que se puede imaginar, no es producto del clima sino de la cantidad de marihuana que, a pesar de los filtros de la policía, logran ingresar los jóvenes para acompañar la velada. El olor penetrante de esta hierba recorre cada metro del parque, esparcido por los miles de brazos que se agitan de arriba hacia abajo, dirigidos por el cantante de turno.
Al frente de la tarima, un hombre de pelo largo, barba poblada y gafas de borde grueso observa el espectáculo brindado por un grupo venezolano debutante en el festival. Lo que pocos saben, es que él es el estratega detrás de toda la organización de Hipo Hop al Parque. Es Daniel Casas, Secretario de Cultura, Recreación y Deporte Distrital: “Básicamente es un trabajo de unos cuatro o cinco meses, en donde ponemos todos los aspectos en un objetivo común que es realizar este festival”. Su tranquilidad y humildad lo camuflan entre los hopers que detrás de él, se agitan con cada rima de los venezolanos.
Las calles de Queens, Brooklyn y Bronx, en Nueva York, vieron nacer esta cultura en los años setenta. Aunque para muchos hip hop y rap es lo mismo, no lo es. El hip hop es la cultura entera (que abarca el canto –MC-, el baile –break dance-, el grafiti y la mezcla sonora o DJ); mientras que el rap se refiere sólo a la música. Poco a poco, este movimiento, con una inmensa influencia africana, fue permeando el mundo entero y sobre todo Latinoamérica.
Como parte de esos cuatro elementos fundamentales, el grafiti se ha convertido en la literatura del rapero y en Hip Hop al Parque 2009, ésta tuvo gran acogida. “Trajimos a varios escritores urbanos de diferentes partes del mundo como Francia y Argentina para que hicieran una exposición de su trabajo dentro del festival”, explica Santiago Escobar, subdirector de la Filarmónica Distrital, mientras señala algunas de las obras realizadas por dichos artistas.
En una especie de mural, encaramado en un inmenso andamio, pinta enérgicamente el argentino 'Ner', uno de los grafiteros invitados. Al sentir que una gota de agua cae sobre el aerosol que manipula, se quita la máscara de gas que lo protege y emprende un rápido descenso. Se mete debajo de una carpa de la Policía Nacional y mira al cielo, como pidiéndole que pare de llover. “Para mí, lo mejor de todo esto es la gente. Se ha portado bárbaro conmigo. He pintado en Europa y en EE.UU, pero nunca había sentido un ambiente tan brutal como este”, asevera mientras trata de limpiar su cara con un pañuelo.
Además de los pintores invitados, en este año se realiza una actividad especial con las madres de jóvenes víctimas de los llamados “falsos positivos”. El objetivo es recordarle al país entero la infamia que se cometió con sus hijos. “Los hopers dicen que nadie recuerda a sus muertos. Por eso, hemos aprovechado este festival para que se haga memoria y se construya reconocimiento”, asegura de nuevo Escobar y, mirando a las madres, su rostro parece evocar la vergüenza que el país entero sintió por el horror que ellas tuvieron que vivir.
Plaza de eventos Parque Simón Bolívar (Bogotá). HIP HOP AL PARQUE 2009.
Fuente: http://www.subterraneos.net/galerias/main.php?g2_itemId=4994
Fuente: http://www.subterraneos.net/galerias/main.php?g2_itemId=4994
Pero justo en este momento tan tenso, el parque entero parece cantarle a dichas madres: “Implora, explora, llora luego deplora, implora. Mis rimas son para el sediento como cantimplora”. Ellos siguen las rimas que en la tarima cantan a todo pulmón las integrantes de Actitud María Martha, sin duda alguna, la revelación del festival. Éste es un grupo argentino confirmado por tres mujeres que fusionan de manera exquisita los ritmos urbanos con percusiones bien trabajadas e incluso, con tango.
A pesar que desde el 2004 la casa de este evento ha sido el parque Simón Bolívar, fue el Teatro al Aire Libre La Media Torta quien lo vio nacer. Pero lejos de olvidar su origen, los raperos le tienen un inmenso cariño a ese lugar donde se gestó Hip Hop al Parque. “Músico que no haya tocado en la Media Torta no se ha consagrado. Pero el paso significativo que es de la Media Torta al Simón Bolívar, habla de la importancia del festival y del crecimiento de la cultura”, asevera ‘Maniño’, un reconocido cantante que participó en dos festivales en la Media Torta.
Las audiciones son batallas enteras en las que los aspirantes a ocupar un lugar en la tarima principal, demuestran lo mejor de sí ante diferentes jurados. “Las convocatorias se hacen seis meses atrás, donde nosotros tenemos que hacer un montaje, exponer un tema y trabajarlo. El jurado es la Filarmónica, ellos nos dan pautas para poder llegar a sacar el show en vivo”, cuenta emocionado Edwin Mendoza, productor de uno de los mejores grupos de break dance de la ciudad llamado Stay Force Crew.
El amor que los hopers le sienten a este evento es inmenso. Lo que ellos tratan cada año, es borrar esa mala imagen que la gente tiene de ellos. “Esa joda de Hip Hop al Parque es buenísima. No ve que esos días no hay robos en Bogotá. La ciudad está segura porque todos los rateros están metidos en el Simón Bolívar”, gruñe sarcásticamente uno de los tantos vendedores ambulantes que rodean el parque. A pesar de opiniones como estas, los raperos están demostrándole a la sociedad que son una cultura y no sólo una pandilla.
Poco a poco y después de dos jornadas apasionantes, los raperos abandonan el parque. Botellas, papales y plásticos tirados por el piso son los vestigios de la tremenda fiesta que acaba de pasar. Pero aún mayor huella quedó en ‘Rapero’, un hip hoper de Bosa, que tuvo la posibilidad de cantar en esta edición: “Para mi Hip Hop al Parque es un sueño. Es lo mejor que se puede sentir como rapero, estar acá es algo muy chimba parcero”.
Luis Gabriel Ángel
Periodista LA LUPA
lalupaopinion@gmail.com
Fuente Imágen Sumario: http://www.subterraneos.net/galerias/main.php?g2_itemId=5366
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