sábado, 28 de noviembre de 2009

Homenaje - REPORTERÍA GRÁFICA DE LUTO


Adiós al decano de la imagen, Manuel H. 




Después de 60 años ejerciendo como fotógrafo, el maestro de la reportería gráfica le deja un valioso legado al mundo de la fotografía en prensa. 






Unas calles estrechas y unas casas algo viejas fueron testigos silentes de la historia de una Bogotá aristócrata que se reunía en los cafés, teatros y esquinas de La Candelaria. Hacia las décadas de los 30 y 40, estas calles fueron el centro neurálgico de una ciudad en crecimiento.

Para entonces, la fotografía se consideraba una práctica costosa a la que sólo unos pocos tenían acceso. Los ciudadanos más acaudalados solían tomarse retratos para dejar su recuerdo más allá de la memoria.

Ante el desarrollo técnico de la fotografía, se consolidó una nueva forma de representar la realidad. Surgió la fotografía documental y, con ella, lo que se conocería como la reportería gráfica. “Con la llegada de las cámaras portátiles se facilitaron muchos procesos. Fue entonces cuando empezó a desarrollarse con mucha fuerza la idea de salir a la calle, salir de los estudios y de los interiores, para captar el mundo tal cual era”, recordó el profesor Edward Goyeneche, estudioso del tema.

En este escenario surgieron nuevos fotógrafos, con nuevas ideas y con ganas de congelar el mundo con cada uno de sus clics. Así llegó un joven autodidacta que con su cámara de cajón de 20 pesos, fotografiaba a familiares de amigos y vecinos. Con la llegada de las nuevas cámaras, se hizo maestro, aunque no lo supiera ni lo imaginara. Adquirió su Rollei Flex, su fiel y más íntima amiga, y el nombre de Manuel H. Rodríguez empezaría a hacerse conocido en la élite de la prensa capitalina.



                           Fuente: http://www.asofoto.com/ExpoManuelH/manuel_h.htm

La Historia en Blanco y Negro


Con un archivo que supera los 600.000 negativos, por el lente del maestro Manuel H. pasaron todo tipo de figuras públicas. También se dedicó a captar momentos de la cotidianidad protagonizados por personas del común. “Mi abuelo fue siempre muy trabajador, admiro su nobleza y su humildad. Él fue un fotógrafo de todas las clases sociales, retrató desde un indigente hasta a los reyes de España. Nunca tuvo distinción en su lente”, cuenta Manuel Rodríguez, nieto de Manuel H, y encargado hoy de su estudio fotográfico, ubicado en la Carrera Séptima con Calle 22. 


Sin el maestro las siguientes generaciones no hubieran tenido el registro visual de hechos tan destacados como lo fueron “el Bogotazo” y el voto femenino, sucesos que iniciaron en Bogotá y trascenderían a todo el país. Andrés Anzola, fotógrafo profesional, tuvo la oportunidad de conocerlo y fotografiarlo, él lo define como un hombre “muy entregado, apasionado por su profesión y por su mundo gráfico”. 


“Él se la pasaba conmigo, siempre tomábamos tinto, pero éramos diferentes ya que a él le gustaba más la fotografía taurina”,  afirma don Jorge Robayo, fotógrafo de la Plaza de Bolívar  desde hace más de 40 años y quien compartió largos ratos con el maestro Manuel H. Los toros siempre fueron su mayor afición, así fue como se convirtió en el fotógrafo oficial de la Plaza de toros La Santamaría. Ahora, las corridas no serán vistas de la misma manera. Su mayor y más fiel seguidor ya no estará ahí para capturar los mejores instantes cuando la plaza llena se unía en un grito de ¡olé! 


Al haberse consolidado como el decano de la reportería gráfica, Manuel H. logró ser protagonista de otros lentes diferentes al suyo.  Así como también su labor durante más de 60 años, fue reconocida y galardonada en varias ocasiones. “el año pasado el Lasalle College le otorgó el título de ‘honoris causa de fotografía’, fue un momento muy emotivo”, cuenta Manuel, su nieto. 


Con su lente, Manuel H. registró momentos que fueron importantes para la historia del país. Su legado, más allá de los negativos y del amplio archivo con el que cuenta, radica en su ardua labor por mantener viva la memoria de una Colombia azotada por la guerra y que tiene la capacidad de olvidar fácilmente el pasado. “Los reporteros gráficos, entre ellos Manuel H. se volvieron más conscientes de que su oficio no era simplemente ver las cosas tal cual como eran. Ellos tenían que aportar como fotógrafos una serie de aspectos visuales que no estaban en la realidad y que el fotógrafo los tenía que dar”, concluye Goyeneche.

Fernanda Basto Reyes
Periodista Invitada
LA LUPA












Fuente Imagen Sumario: http://www.fabianpulido.com/blog/wp-content/uploads/2009/09/MANUEL-H.-RODRIGUEZ.jpg

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