El Abierto de Australia 2010 sirvió para ratificar la hegemonía de Roger Federer y Serena Williams. No parece existir ser humano capaz de arrebatarles el número uno en la clasificación ATP.
El pasado domingo 31 de enero, culminó el primer Grand Slam del año. Como si se tratara de una escena trillada, tanto el suizo como la estadounidense se llevaron los trofeos de los números uno. Ambos miran a todos desde lo más alto; ambos hacen historia.
Por un lado, Serena Williams venció en la final a una recargada Jistin Henin, quien parecía haber llegado más descansada a la final, pues ganó la ‘semi’ en dos sets, y sólo perdió un game. Por su parte, Williams también ganó en sets corridos, pero ambos en tiebreak. Todo se decidió en el Rod Laver Arena, esta vez, a favor de Serena.
El partido estuvo a la altura de una final. Ambas jugadores se batieron en la cancha como verdaderas maestras. Las estadísticas no aplican en este caso; no sirve de nada recordar los detalles de cada set. Simplemente, las dos mejores jugadoras de todo el torneo, le brindaron un verdadero espectáculo al mundo entero que, incluso en Colombia, vieron su majestuoso juego a eso de las tres de la madrugada del sábado pasado. El resultado: 6 – 4, 3 – 6 y 6 – 2.
Por su parte, Federer, el gran Federer, venció en un emocionante partido a una promesa del tenis mundial, el escocés Andy Murray. Con unos increíbles golpes, todos medidos, acreditando así su apodo de ‘reloj suizo’, el número uno del mundo se desquitó de lo sucedido hace un año. Fue precisamente allí, en Melburne, donde Nadal le impidió igualar el récord de Pete Sampras con 14 Grand Slams.
Desde ese momento, parecía que Nadal relegaría a Federer. Pero cuando Roger ganó el Roland Garros del año pasado, Federer se equilibró y al ganar el Wimbledon recuperó el trono y parece que no tiene punto débil. Al menos eso demuestra en cada partido.
En esta final, con puntos increíbles, jugadas magistrales y una serenidad impactante, el ‘relojito’ volvió a ganar un Grand Slam. Ya son 16 en su cuenta personal y se ha convertido, sin duda alguna, en el mejor tenista de la historia.
Serena y Roger, dos nombres que entraron a la historia del llamado deporte blanco. Dos deportistas imbatibles; dos joyas del tenis.
Luis Gabriel Ángel
Periodista LA LUPA
lalupaopinion@gmail.com
Fuente fotografías: Australian Open.
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