Domingo 14 de Febrero tres de la tarde, zona rural del Guaviare corregimiento del Capricho, un grupo de vándalos o “guerrilleros” como se hacen llamar atentaron contra la vida del candidato a la gobernación de este departamento: el señor José Alberto Pérez Restrepo. En el ataque perdieron la vida dos civiles y cuatro policías, entre ellos Yeison Garzón Carrillo, mi amigo.
Así es, una vez mas el país es testigo del flagelo de una guerra absurda, una vez más Colombia es bañada con sangre inocente, una vez más seguimos indiferentes frente a una problemática que acecha en el país desde hace muchos años y que nos conformamos con pensar “esto no me toca a mí”.
Pero hasta que la muerte y la tragedia nos dan una bofetada, es que logramos reaccionar a la verdad. Es ahí donde surgen los cuestionamientos, donde nos preguntamos de cuántas muertes más debemos ser testigos antes de que se acabe esta matanza sin escrúpulos. Cuántos gobiernos más debemos reelegir para que supuestamente esta porquería de guerra se acabe ya, o cuantas zonas de distención debemos darles a los bandidos de la guerrilla para que de una vez por todas nos dejen en paz.
Señor Víctor Julio Suárez Rojas alias “Jorge Briceño Suarez” o alias “Mono Jojoy” (que no sé por qué razón tiene tantos alias, si todo el mundo sabe quién es usted y a que se dedica), ¿recuerda usted cual era la filosofía de la guerrilla en su comienzo? Se supone que ustedes se crearon con el fin de defender los intereses del pueblo, ¿entonces por qué se encargan de destruirlo con sus actos?, o es que en el momento de la muerte de su mentor el señor Pedro Antonio Marín Marín, alias Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo, (¿entre mas alias mas alto el rango de barbarie?) le dijo que tenía que acabar con más vidas inocentes que las que el exterminó, o aterrorizar mas poblaciones que las que el atemorizo, o exportar más droga que la que el sacó de este país. Si es así déjeme felicitarlo por que lo está haciendo y muy bien.
Debido a esto me surgen otro par de inquietudes, ¿hasta cuando más tenemos que aguantárnoslo? ¿Cuántos hijos deben de quedarse sin sus padres por su culpa? ¿Cuánta plata más necesita del narcotráfico para satisfacer su necesidad de mantener una “lucha armada” tan estúpida como esta? ¿Cuántos amigos más debemos ver morir?, ¿cuantos niños más deben de quedar mutilados por pisar las minas que usted se encarga de sembrar para cuidar su pellejo? Hasta cuando se encargará de manchar el nombre de un país que ya no se lo aguanta más, y que lo que más quiere es que usted se pudra en la selva junto con su parranda de delincuentes.
Señor Alvaro Uribe Vélez, sin alias (o por lo menos innombrable) usted tampoco sale muy bien librado de esta situación. A usted tenemos que agradecerle por inculcarnos una seguridad democrática que en un principio sonaba muy bonita y patriótica, pero que hoy en día no es sino el título para justificar más muertes, masacres y actos vandálicos sin precedentes en este país. O, si está funcionando su seguridad democrática ¿Por qué siguen muriendo inocentes?, ¿Por qué tengo que enterrar a mi amigo mañana? ¿Por qué la guerrilla o ‘terroristas’ -como a usted le gusta llamarlos- siguen atormentado las carreteras nacionales?, o será la guerra una excusa perfecta para garantizar su reelección. ¿Por qué le preocupa la seguridad democrática en manos de otro candidato? Será porque nadie tiene el estilo teatrero inverosímil que usted se gasta, y le da miedo que se le caiga el numerito con el que nos ha tramado ya por suficiente tiempo.
Señor Presidente en donde me deja otra maravillosa creación de su gobierno, justo cuando ya creíamos que nos habíamos librado de las pescas milagrosas de la era Andrés Pastrana, llega usted y se encarga de que los “soldaditos de la patria” (otra frase que se le apunta) se maten los unos con los otros y lo que es peor aún, utilicen también a la población civil en sus ya famosos “falsos positivos”, ¿entre otras señor Uribe ya le pudo explicar a las mamás de estas personas realmente que fue lo que pasó?.
Por si esto fuera poco señores Uribe y Briceño déjeme decirles que a ustedes y a sus grandes ideales se les atribuye el honor de haber creado o fundado la semilla del paramilitarismo en este país. O se les olvida que gracias a las grandiosas convivir y “supuestamente cuidándose de la guerrilla” es que tuvimos que ser testigos de Mancuso, Carlos castaño y una veintena de delincuentes mas, que ahora se les tacha de almas arrepentidas confesando sus delitos, sabiendo que son unos asesinos a sangre fría que mutilaron, descuartizaron y enterraron sin nombre a miles de inocentes con la excusa de ser auxiliadores de la guerrilla.
Mamados, así estamos de esta guerra, cansados de Uribe, cansados de ‘Mono jojoy’, Jorge 40, Cuchillo, Jabón y de cualquiera que quiera hacerle más daño a este país, cansados estamos de que nuestros gobernantes se inventen cortinas de humo para poder encubrir sus fechorías. No más balas, no más minas, no más sangre, no más muertos sin nombre, no más muertos con nombre, cuando será que podré ver las noticias y no saber de ustedes, de lo que hacen, de lo que opinan, de sus terribles hábitos terroristas. Cuándo será que podré ver y leer las noticas y no apreciar la manipulación que ustedes ejercen en los medios, cuando será que podre decir gracias por no existir.
Su nombre es lo de menos, su rango no importa. Acá lo que importa es que está muerto, pero ¿Por qué?, lo que realmente interesa es saber que como él muchos. Pero, ¿hasta cuándo? Y mientras esto se resuelve hoy sigue la injusticia, la impunidad, el olvido ese mismo que se ha encargado de borrar en la memoria de los colombianos a todas las victimas de esta estúpida guerra. Ese mismo olvido que va a permitir que reelijamos una supuesta única opción. Esa falta de memoria que nos impide tomar medidas y exigir resultados, esa indiferencia que nos hacen cómplices por omisión y falta de carácter frente al conflicto que carcome nuestras vidas.
Mañana entierro a un amigo, mañana despido a un gran compañero. Solo me queda el recuerdo de gratos momentos, de risas y de llantos alrededor de unas cuantas botellas. Mañana un último adiós y un amargo saludo a la realidad de un país en decadencia.
Miguel Jara Betancourth
Periodista LA LUPA
lalupaopinion@gmail.com
A excepeción de unos detalles de puntuación, ¡excelente lead! el de este artículo.
ResponderEliminar