martes, 16 de febrero de 2010

Opinión - LA INDIFERENCIA JUVENIL, PROBLEMA DE UN PRESENTE INDEFINIDO



La juventud de hoy en dia: ¿la solución o el problema? Al parecer el inconformismo y la realidad monótona son aspectos cada vez más evidentes. La falta de voz juvenil está permitiendo un sometimiento de las masas a factores externos, perdiendo así la cofianza del individuo en sí mismo y su ser humano. 


Es decir que los jovenes se estan deshumanizando, rechanzando o evadiendo su responsabilidad social y por tanto alejandose de las solciones de transformacion de la realidad, las cuales solo estan en sus manos.


Los jóvenes de hoy, evidentemente saben que en ellos recae el futuro. El problema es que sólo muy pocos hacen algo por cambiar su realidad. Esto en tanto que están inconformes con su contexto. Es impresionante ver cómo las generaciones del futuro muestran el poco interés hacia un compromiso, ya sea del tipo que sea. En varios estudios se da cuenta de esto; primero en el simple hecho de que la juventud está desinformada: se muestra poco interés por leer noticias objetivas, de contenido critico y general en respecto a la actualidad, cada quien acude a sus intereses personales. Por tanto, se puede afirmar que los movimientos de protesta, antes vistos con mayor frecuencia, cuando los jóvenes movían masas, ahora no son más que recuerdos. Recuerdos acompañados de esperanza por quienes siguen creyendo en que las generaciones de hoy hagan algo por un país, en este caso Colombia, que tiene contenida varias duras realidades.

Entre las difíciles realidades mencionadas anteriormente, se encuentra el secuestro, la pobreza, la corrupción etc. Ante lo cual, la juventud no se mueve, no se inmuta, no lucha por un cambio, por modificar su rutina. Aunque es importante aceptar que esto no los involucra a todos, pero si a la gran mayoría, pues en políticas como “la red de jóvenes informantes” se da cuenta de que no sólo parece un ser pasivo, sino sometido. ¿Cómo es posible que individuos de todas las edades sean inducidos a correr peligro? Aunque esto no es lo grave; lo grave está en que la participación no se puede dar por una clase de manipulación, como lo es el dinero, ni tampoco un sometimiento. Acaso, ¿Necesitamos los jóvenes vernos comprados u obligados de cierta forma para que nazca en nosotros una incitativa de cambio? Iniciativa de cambio que puede ser sinónimo de conciencia. Al parecer esto es lo que nos falta, abrir los horizontes y confiar en nosotros mismos, pues no podemos limitarnos a que alguien más nos solucione nuestras in
conformidades, mientras recaemos en la constante queja, o lo que es peor, en la cotidianidad.

Es cierto que para todo hombre, el cambio implica un riesgo, pero mientras se tengan ideales claros, se debe luchar por ellos. Si nosotros los jóvenes no cambiamos la realidad, muy posiblemente cualquier factor externo, la modificará solo a corto plazo. Lastimosamente, hoy en día parece existir un individualismo, una frialdad en la que no se despierta curiosidad o interés por un cambio, por una transformación de todo aquello de lo cual se desprende un inconformismo. Lo que es sinónimo de indiferencia, y permite ver cuánto menospreciamos todo aquello que nos rodea.

Carolina Muñoz
Periodista LA LUPA
lalupaopinion@gmail.com

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