martes, 2 de marzo de 2010

Especial Elecciones 2010 - SIN 'SANTOS' IDEALES






Juan Manuel Santos (foto): Su indeterminación, ética, manipulación y objetivos de una posible presidencia.


Como bien se sabe, la nueva cara que heredará la seguridad democrática, la supuesta cohesión social y la confianza inversionista que deja como legado la era Uribe, se encuentra principalmente entre tres políticos de derecha: Germán Vargas lleras por el Cambio Radical, Andrés Felipe Arias por el Partido Conservador y Juan Manuel Santos por la gran idolatría del Partido de la ‘U’.

Y quien parece ser el más opcionado al reemplazo es Santos, político, economista y periodista bogotano que lidera actualmente las encuestas de intención de voto de los colombianos para las próximas elecciones presidenciales, las cuales se llevarán a cabo el último domingo de Mayo.  Con apenas pocos días de haber lanzado oficialmente su candidatura, los altos porcentajes pusieron a temblar a más de uno.

Juan Manuel Santos cuenta con una extensa experiencia política que lo convierte en uno de los más preparados  candidatos a la presidencia. Entre otros cargos, se desempeñó como Ministro de Comercio Exterior durante el mandato de Gaviria (1991); Ministro de Hacienda y Crédito Público de Andrés Pastrana (2000); y Ministro de Defensa Nacional entre 2006 y 2009, haciendo parte de la bancada del actual Presidente Uribe.

Además, esta no es la primera vez que aspira a ser Jefe de Estado colombiano. En el año de 1997 presentó una fracasada precandidatura, por la que renunció al cargo que tenía en el triunvirato del Partido Liberal en aquel entonces. La maximizada popularidad de sus contendores, generaron que Santos considerara inoportuna su campaña y la aplazara hasta una nueva oportunidad.

Pero no todos sus movimientos políticos han sido dignos de una hoja de vida intachable, apropiada del presidente ideal que tome al país  el 7 de Agosto cuando Álvaro Uribe se despida del Palacio de Nariño. Aunque muchas han sido las inapropiadas decisiones de Santos como funcionario público, resulta curioso ver cómo la nación olvida rápidamente sus decepciones relacionadas con el fundador del Partido de la ‘U’.



La Indeterminación.

Bastante ha sido  la inseguridad que  demuestra tener el actual candidato a la presidencia al momento de elegir con qué ‘pan’ quedarse; al menos hasta cuando creó la ‘U’ y se casó con la amistad y las políticas de Uribe. Pero lo cierto es que desconcertó varias veces a los colombianos con inexplicables, fuertes y frecuentes movimientos de bando desde el mandato de Ernesto Samper (1994 – 1998), cuando al no serle concedido el puesto de embajador en Washington, como si se tratase del ‘berrinche’ de un niño porque se le ha negado un dulce, al cabo de unos días se reunió con jefes ‘paras’ como Carlos Castaño, y personas de las guerrillas (ELN y FARC), para acordar un proceso de paz, donde se planeaba también derrocar del poder al presidente. Sin embargo las negociaciones con los grupos insurgentes nunca llegaron a cumplir con el objetivo de Santos. Algunos años después, el comandante de las AUC, Salvatore Mancuso, declaró ante la ley y confirmó los hechos, señalando una conspiración en contra de Samper Pizano, coincidiendo con las mismas acusaciones que le hicieron cabecillas del ELN, con quien el político había dialogado. Ante las declaraciones, Juan Manuel Santos lo negó todo.

Posteriormente, al haber salido frustrado con su precandidatura a la presidencia en 1997, entró a hacer parte de la Comisión de Acompañamiento Internacional como veedor de la ‘zona de despeje’ que aprobó, el entonces acabado de elegir, presidente Andrés Pastrana (1998 – 2002). Pero argumentando que “ahí no había ningún tipo de coordinación”, decidió abandonar el programa y dedicarse a la crítica constante del gobierno. La única forma de calmarlo que encontró el mandatario, fue ofrecerle el Ministerio de Hacienda a Santos, quien sin ‘peros’, esta vez aceptó feliz y orgulloso de su Jefe de Estado.

Otro quien paradójicamente terminó implicado en el ‘voltiarepismo’ de Santos, fue Uribe. Mientras uno hacía lo posible por repartir notarías y elaborar todo tipo de clientelismo para una reelección presidencial, el otro, aliado a Horacio Serpa (Principal contendor de Uribe en las elecciones de 2006) no hacía más que opinar en contra del referendo que legitimaba un seguido mandato del presidente, el cual salió aprobado. Al ver de nuevo perdidos sus proyectos políticos con el Partido Liberal, decidió junto con otros disidentes ‘rojos’ apostarle al mandatario ganador y crear el Partido de fans del ‘Uribismo’ (La ‘U’). Así que hizo caso al conocido refrán que dice “si no puedes con tu enemigo, únete a él”; adicione también, “la tercera es la vencida”. Y le ‘pegó’ al que necesitaba.



La Ética es lo de Menos.

Juan Manuel Santos se ha caracterizado por ser un hombre perseverante, que no descansa hasta cumplir sus objetivos. Situación preocupante cuando esa perseverancia se comienza a tergiversar a una impaciencia por llegar al podio de sus sueños. Es entonces cuando Santos comienza a mostrar al país su enmienda ideológica interna de Maquiavelo, donde “el fin justifica los medios”.

El pragmatismo del candidato comienza a relucir desde la misma fundación del Partido de la ‘U’. Varias personas que se identificaban en la naciente corriente del ‘uribismo’ lo descalificaban para ser él quien los dirigiera. “No es el indicado porque no apoyó al presidente desde el principio”, señalaba Sandra Ceballos, por ejemplo. Pero fue un tema fácil de resolver para el sagaz político, que comenzó a ganarse el cariño de los participantes de la ‘U’, mediante ayudas económicas sacadas de la gran maquinaria para las campañas de cada uno, con lo que consiguió una gran cantidad de puestos en el Estado para sus nuevos amigos, entre los que figura el actual candidato al Senado Nicolás Uribe y la actual candidata a la Cámara de Representantes por Bogotá,  Lucero Cortés.

El Partido de la ‘U’ llegó a un momento coyuntural, en el que muchos de los integrantes de sus listas destinadas para curules en el congreso, estuvieron involucrados con el paramilitarismo. Cuando la controversia se prendió gracias a algunos medios de comunicación que la difundieron, Juan Manuel Santos atacó al líder liberal Rafael Pardo, declarando que este habría hecho acuerdos con las FARC. Pero todo resultó ser una injuria, a la que la figura más representativa del partido ‘rojo’ respondió que le demostraran pruebas. Presuntamente, el mandatario Uribe le había pedido a Vargas Lleras que hiciera lo mismo, pero este último político se negó rotundamente. La idea era desviar con el nuevo pero falso escándalo, la polémica de los ‘parapolíticos’ de la ‘U’.

Su actuación como Ministro de Defensa del presidente Uribe, aunque es respaldada por algunos muy bien publicitados golpes a las FARC, con los que ‘uribistas’ aseguran se ha debilitado la insurgencia, no deja de tener varias inconsistencias a las que el candidato pasa completamente por alto, y poco le preocupa lo que influyan en la opinión nacional de su reputación.  Es imposible no mencionar las ejecuciones extrajudiciales, donde estando Santos al mando del ejército, las desapariciones forzosas llegaron a más de mil casos, en que personas inocentes resultaron muertas en otro extremo del país, vestidos con uniformes guerrilleros. Éste polémico caso puede no implicar directamente al político en cuestión, pero sí lo hace su silencio. Lo sabía varios meses antes de que los medios de comunicación lo difundieran a todo el público, pero siempre permaneció callado. Peor aún, a la hora de la confrontación, lo negó. Un tiempo después tuvo que dar declaraciones aceptando el caso y pidiendo disculpas de parte de toda la

institución coercitiva.  Además, se comprometió a llevar a juicio y castigo a los protagonistas, y uno a uno todavía van quedando en libertad por vencimiento de términos de una justicia vendida.

Por otro lado, su tan insignia operación Jaque, es una prueba más de lo poco que le importa su ética. Violar los códigos humanitarios para lograr engañar a sus enemigos, era lo más irrelevante cuando de tener el éxito de la operación en su hoja de vida se trató. De la misma forma, primó asesinar al importante guerrillero de las FARC Raúl Reyes, antes que pasar por encima de la soberanía de Ecuador, y lo peor de todo, tampoco le importó mentirle a toda la nación colombiana y ecuatoriana, al afirmar que el ataque se había ejecutado desde el costado norte de la frontera. Luego todo se supo y se convirtió en el primer candidato a la presidencia de Colombia en tener en su pasado judicial una orden de detención por parte de la INTERPOL, a raíz de la apelación que realizó un juez ecuatoriano de la mano del presidente Correa, por la muerte de varios de sus compatriotas y algunos mejicanos que se encontraban en la zona del bombardeo.

De hecho su espíritu de guerra con el que demuestra no tenerle miedo a nadie, le ha generado varios inconvenientes internacionales, no sólo a él sino a la nación. Incluso al punto en que varios opositores pidieron al congreso evaluar una moción de censura, para el entonces ministro. Pero al parecer algunas inconsistencias influidas por el Estado descartaron la posible medida.



La Herramienta  del Olvido.

Cuando se analiza todo tipo de irregularidades, como las anteriores, que por más que se han intentado tapar siempre han terminado siendo públicas, muchos no se explican como un personaje como Juan Manuel Santos tiene una popularidad tan alta a estas ‘alturas del partido’.

Y es que es perfectamente razonable que todo se pierda hasta de la memoria de los colombianos. Porque además de contar con una maquinaria política, Santos cuenta con una maquinaria del mismo grado de poder manipulador: medios de comunicación masivos a su favor.

El abuelo de Juan Manuel Santos, fue el periodista Enrique Santos Montejo, quien era hermano del ex presidente Eduardo Santos Montejo,  que fue dueño del diario ‘El Tiempo’, uno de los medios más penetrantes de la sociedad colombiana. Así mismo, es primo del actual Vicepresidente Francisco Santos y hermano de Enrique Santos Calderón, presidente de la  Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y Director de la edición dominical del diario familiar.

En ‘El Tiempo’ ha llegado a publicar auto entrevistas, donde él mismo se hace publicidad.

Fuera de su familia, también cuenta con influyentes contactos en otros medios, tales como los periodistas: Julio Sánchez Cristo, María Isabel Rueda y Felipe López, este último dueño de la Revista Semana, lo que garantiza que la información siempre se mantenga en el punto estable y de perfecto manejo, a disposición de Juan Manuel Santos.

Para rematar, psicológicamente conserva un comportamiento de gran ego ante todos los colombianos: “Tiene cara de ganador. Y a la gente le gusta votar por el que  cree que va a ganar”, asegura La Silla Vacía .



Sus Nuevos Objetivos.

Aunque los ‘uribistas’ aún esperan el aval máximo del actual jefe de estado, para quien considere éste que podrá ser la mejor opción de su reemplazo,  Santos cuenta con una gran reputación que le ha otorgado Uribe, quien en diferentes oportunidades ha exaltado en medios masivos de comunicación “la excelencia y la competencia de Juan Manuel Santos para ser presidente de Colombia”.

Su propuesta más clara es la de dar continuidad a la política de Seguridad Democrática fundada por el anterior gobierno, que consiste en un gran presupuesto destinado a la guerra por la lucha contra el terrorismo y el exterminio de las FARC. Tal política ha sido últimamente criticada por el aumento de las tasas de desempleo y la inseguridad urbana, según lo informó hace varias semanas la Organización no Gubernamental  ‘Human Rights Watch’. Además, el mandatario Uribe deja al país sumido en una grave crisis de seguridad social, la cual se puede ver generalizada en la emergencia social y el colapso del sistema de salud, que atraviesa la nación. Factores por los cuales la oposición manifiesta que debe morir o, al menos, ser reestructurada dicha política guerrerista.

Otro punto fundamental de la propuesta política de Santos, es la denominada ‘Tercera Vía’, con la que desea que Colombia adopte la filosofía política de mismo nombre, que ha resultado efectiva en diferentes países de Europa y Latinoamérica, para reactivar la economía. El candidato fundamenta esta política, como él mismo lo señala, en “el mercado hasta donde sea posible, el estado hasta donde sea necesario”.  Frase que ya le han generado más críticas por parte de la oposición, puesto que puede aludir a un eventual desgaste del Estado, por ganar camino en la economía. Pero lo cierto, es que esta ‘Tercera Vía’ propone una economía mixta que se centra entre el liberalismo y la social democracia, aunque pueda ser contraproducente por su grado de imparcialidad, que implica inseguridad y múltiple criterio al momento de tomar decisiones contundentes: muy acorde a Santos.

Recientemente, el candidato de la ‘U’ recibió una carta presuntamente remitida por el bloque sur de las FARC, en donde amenazaban con la muerte a todos los integrantes del partido ‘uribista’, identificándolos, como objetivo militar. Eso sumado a los atentados que sufrieron varias sedes de la ‘U’ en el país hace unos días, provocó el cólera en Santos, quien exclamó de forma imperativa “¡No nos vamos a arrugar!”, mientras rompía el papel frente a los sorprendidos asistentes de uno de sus discursos.

Juan Manuel Santos ha dejado ver sus intenciones por la formación de una coalición con otros candidatos, pero con la condición de ser él y su partido quien lidere el movimiento político, con el fin de garantizar una victoria desde la primera vuelta de las elecciones. Invitación a la cual ningún candidato  de izquierda o derecha ha mostrado afinidad, pues todos se mantienen en una postura de fidelidad con sus seguidores y colaboradores de partido. Sin embargo, cualquier cosa puede suceder en los más de dos meses que hacen falta para el día de votaciones presidenciales.

Santos resulta tener la trascendencia histórica necesaria en la Casa de Nariño para gobernar, pero no la ética y consciencia que necesita la sociedad para la paz. Muchos lo ven como el candidato que impondrá un fuerte sentido de guerra en la nación, pues está acostumbrado a todo solucionarlo por la salida fácil. Las repercusiones de una persona con estos síntomas de violencia podrían llegar hasta ámbitos internacionales: claro está que la relación con los países vecinos se echaría a perder, como también todo tipo de relaciones económicas.

Si no le teme a mentir a la patria, ¿qué no sería capaz de hacer?

 Esteban Alvarán Marín
Periodista LA LUPA
lalupaopinion@gmail.com


Fuente imagen sumario: Noticias24.com. santos1-18.jpg
Fuente imagen cuerpo de texto: DiarioInformación.com http://fotos.diarioinformacion.com/fotos/noticias/318x200/2009-05-18_IMG_2009-05-18_18:44:11_renuncia.jpg

9 comentarios:

  1. Si, tenés toda la razón. Este país es terriblemente mediático y tiene cero memoria política. Se me hace increíble que Colombia pueda elegir a semejante personaje como presidente.

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  2. Camilo Gonzáles Mora2 de marzo de 2010, 9:24

    Así es. Por eso es que los grandes errores, que comúnmete llevarían a cualquier político a la muerte profesional, quedan de manera tan relajada como si hubieran sido chistes. Hoy fueron noticia, y mañana se olvidó. El asesino se postuló de candidato y todo el mundo feliz, dejando simplemente que pase !! Recapacitemos ! Muy buen artículo Esteban.

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  3. Esto es una copia del artículo de lasillavacia.com publicado hace dos días, o es que me parece?
    http://www.lasillavacia.com/historia/7400

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  4. Muy bueno Esteban, refleja la amnesia colectiva del pais, es increible hasta donde llegan las maquinarias uribistas..

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  5. John Jaime López3 de marzo de 2010, 7:55

    Al que dice que es una copia de la silla vacía, le diría que le parece mal. hay que leer los dos artículos primero, antes de entrar a compararlos: este es mucho más profundo, crítico y muestra ámbitos que la silla no, como la indeterminación, los nuevos objetivos, etc.

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  6. eL del link que pusieron de la silla vacia parece mas un perfil pagado por santos para publicitarlo. q descaro ! articulos cmo este (el de la lupa) son los q necesita ell colombiano para no elegir de presidente a una LACRA como esta !

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  7. Observadores, muchas gracias por sus comentarios. Realmente en Colombia estamos pasando por un momento donde las maquinarias retan a la nación a unirse, y con fuerza romper la tradición corrupta y malintencionada de la política. ¿Será que es posible? ¿Será que si estamos preparados para asumir como pueblo el poder democrático y elegir la opción apropiada? Eso es algo que sólo en las urnas podremos confirmar. Es nuestro deber participar el 14 de Marzo y el último domingo de Mayo en elecciones de congreso, parlamento andino y presidencia. Sólo siendo activos en la democracia lograremos reclamar luego nuestros derechos. ¡Votemos con conciencia!

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  8. que articulo tan bueno..
    si, hay qe decir no a la politica de guerra!!

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  9. Que artículo tan contundente, fuerte pero veraz, gracias Esteban, te luciste, un abrazo y felicitaciones.

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