Los candidatos a la presidencia han planteado sus propuestas en materia económica durante los debates públicos y en sus respectivos planes de gobierno. Sin embargo no se ha profundizado en los costos sociales que implican sus ideales.
Una característica propia de la actual campaña presidencial es el amplio bagaje en términos económicos por parte de los dos candidatos a la presidencia de la República; Antanas Mockus y Juan Manuel Santos han demostrado que conocen de manera exhaustiva los principales problemas que tiene la economía colombiana. Sin embargo, sesgos en sus objetivos se dejan ver por parte y parte.
Antanas Mockus cuenta con los asesores económicos de más amplia experiencia en Colombia, uno de ellos es Salomón Kalmanovitz quien conserva una inigualable formación académica, de amplia trayectoria en la investigación y doce años de permanencia en la Junta Directiva del Banco de la República; indudablemente ha mantenido informado a su candidato y sería un ejemplar y eficiente Ministro de Hacienda.
Juan Manuel Santos por su parte, es economista de la Universidad de Kansas, fue Ministro de Comercio Exterior durante el gobierno de César Gaviria, Ministro de Hacienda durante el gobierno de Andrés Pastrana y Ministro de Defensa durante el segundo gobierno del presidente Uribe, y conoce perfectamente cómo funciona la economía colombiana debido a su larga trayectoria como servidor público.
Sin embargo, existe un sesgo de objetivos económicos con el ánimo de proteger ciertos sectores de la economía, ó, simplemente como estrategia política (aunque ninguno de los dos se considere político) que evidentemente tiene efectos positivos en su imagen ante los electores.
Por parte del candidato Antanas Mockus, se observa cómo es partidario de una adversa política pública que actualmente está vigente en Colombia desde el gobierno de Andrés Pastrana y que se ha intensificado en el actual gobierno. Dicha política lleva el nombre de Familias en Acción: tiene un efecto contraproducente en la sociedad colombiana, debido a que beneficiarios de esta política pública (como las madres cabeza de familia) prefieren quedarse en su hogar sin ningún incentivo para entrar en el mercado laboral, ayudando así a incrementar el desempleo y el subdesarrollo, esperando a cambio un cheque como subsidio por parte del gobierno, con una suma de dinero que satisface sus necesidades mensualmente. Conociendo al candidato Mockus como filósofo, es cuestionable su postura, por cómo esta va en contra de reconocidos sociólogos y economistas como Amartya Sen. Los pobres no deben ser beneficiados con regalos sino beneficiarios de oportunidades para lograr un desarrollo en el país. Una razón que podría explicar
tal inclinación del candidato del Partido Verde podría ser que no hay cómo sustituir dicha política sin generar un aumento en la vulnerabilidad económica de los beneficiarios de la misma.
El candidato Juan Manuel Santos por su parte, ha enfatizado en que no subirá los impuestos, algo que es completamente cierto si este llega al poder. Es evidente cómo el actual gobierno ha favorecido a los propietarios de grandes extensiones de tierra y a los grandes empresarios, declarando zonas francas y subsidiando la compra de bienes de capital respectivamente; siendo el candidato Santos partidario del continuismo, podría afirmarse que no reformará la actual política tributaria, ya que no pondrá gravámenes a la tierra ni al capital. Esta medida tiene nefastas consecuencias para la economía colombiana, en especial para el desempleo, ya que promueve la ineficiencia de las tierras no productivas. Por otra parte, continuar subsidiando la compra de bienes de capital como maquinaria, ocasiona una mayor productividad pero sacrifica el empleo, ya que se necesitan menos personas para culminar una misma labor (se “reemplazan” personas por maquinas). Teóricamente, si se aumenta la productividad, la utilidad de una empresa aumenta y ésta con el ánimo de crecer demanda más trabajadores, pero en la realidad colombiana no sucede de igual forma.
Podríamos concluir que el candidato Antanas Mockus plantea de manera transparente que continuará con una política pública bajo la mentira de que dicha política aporta al desarrollo de Colombia; por su parte, Juan Manuel Santos plantea que no subirá impuestos, lo cual es verdad, pero con varias consecuencias oscuras que no se discuten en los debates públicos.
El futuro de Colombia está en nuestras manos, es cuestión individual evaluar si nuestra Nación necesita una mentira transparente o una oscura verdad, que irónicamente a mi juicio corresponde a la transparencia de una mentira y el engaño de una verdad.
Camilo Porras
Analista Económico LA LUPA
lalupaopinion@gmail.com
Fotografía Sumario: Radio Santafé. santos-mockus1.jpg
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