sábado, 12 de diciembre de 2009

Internacional - BARACK OBAMA PREMIO NOBEL DE PAZ 2009, POR BUENAS INTENCIONES





El compromiso que transmite el presidente de los Estados Unidos de América por tener un planeta sin armas nucleares y relanzar los procesos de paz entre Israel y Palestina, lo hizo merecedor del premio. Por buenas intenciones, habríamos postulado a Uribe en su primer año de gobierno y posiblemente lo habría ganado; menos mal a nadie se le ocurrió, porque ahora no aguantaría el remordimiento.

Cuando supo la noticia, Obama expresó estar “sorprendido y honrado” por recibir el galardón. Además, aceptando que el título se  le concedió más por promesas que por su historia como gestor de paz, aceptó el premio como un “llamado a la acción”.


Y no sólo él se sintió sorprendido con la decisión del comité que le entregó el premio Nobel en Oslo (Noruega) el pasado 10 de Diciembre.  En los medios internacionales más se hablaba de favoritos a recibir el premio, como la célebre colombiana Piedad Córdoba, que del mandatario estadounidense. Nadie esperaba tal decisión. 


Hasta hace pocos días, Barack Obama no actuaba como el más indicado para ser premiado por haber trabajado “más o mejor  a favor de la fraternidad de las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y celebración y promoción de procesos de paz”, según lo estipula el testamento del sueco Alfred Nobel –creador del Premio Nobel de la Paz-, como condición para otorgarle el reconocimiento a alguien. Al contrario, aprobó ser enviados 30.000 soldados americanos más a la guerra en Afganistán, participó sin mayor interés en la cumbre de Copenhague –que busca la cooperación internacional en contra de la contaminación ambiental- y continua liderando el crecimiento en número de bases militares de su país en todo el mundo –como en Colombia-.


“A veces la guerra es necesaria; y, en cierta medida, es una expresión de los sentimientos humanos. Los instrumentos de la guerra tienen un papel que desempeñar en la preservación de la paz y defiendo la necesidad de ir a la guerra en ciertas ocasiones, no presumiendo de ella como tal”. Afirmó Barack Obama en su discurso al recibir el premio en Oslo, siendo conciente de sus antecedentes decisiones.


Las críticas se comenzaron a escuchar por todo el planeta. Se ve que el comité del premio hizo caso omiso a las regulaciones que les dejó su fundador, para entregarle el Nobel de la Paz 2009 al primer presidente negro de Estados Unidos. No se puede desmeritar el gran espíritu líder lleno de valores y moral que tiene Obama, pero deberían dejarlo trabajar a ver si sale a flote todo lo que quiere hacer con su país y el planeta. De buenas intenciones no se acaba la guerra: se necesitan acciones.

Esteban Alvarán Marín
Periodista LA LUPA
lalupaopinion@gmail.com

Fuente Imagen Sumario: barack-obama.jpg

Fuente Imagen Cuerpo de Texto: import_7546223_1.jpg

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