Flora en Peligro.
En el municipio de San Antonio del Tequendama, la Fundación Zoológico Santacruz lucha por la conservación de la flor más querida en el territorio nacional.
Sin pasarela y con pocos seguidores. No desfilan ni ocupan la primera plana de los diarios y, muy seguramente nunca llegarán a hacerlo a pesar de contar con una belleza inigualable, única en el mundo.
Estas beldades, viven en un pequeño refugio de la Fundación Zoológico Santacruz desde hace un año y medio y son expuestas al público desde Enero de 2009. Son más de 50 y tímidamente se dejan admirar por quienes las visitan. Sus nombres, poco comunes, explican de dónde vienen y a cuál distinguida familia pertenecen. Las Anguloa, Masdevallia, Acineta, Maxillaria y Catleya, son tan sólo unas pocas de las 14 grandes familias que conforman el Orquideario, lugar donde reposan algunas de las más variadas especies de orquídeas de la región de San Antonio del Tequendama.
Las místicas reinas, no son otras sino las orquídeas. Hasta el mismo Charles Darwin en 1862 sostuvo que eran “tan perfectas como las más hermosas adaptaciones del reino animal”. Pero al estar en un lugar donde los animales exóticos y silvestres son protagonistas, no hay belleza que cuente, por más llamativa que pueda ser.
En Colombia se conocen más de 3500 especies, lo que sitúa al país entre los tres más ricos en variedad de orquídeas nativas, es decir, que son originarias de la región y no son producto de cruces entre diferentes plantas. De dichas especies, 371 se encuentran amenazadas, es decir un 10,5% de la flora de orquídeas en Colombia está en riesgo de desaparecer.
Cuando Dania Duarte, tecnóloga del SENA, ingresó al equipo de intérpretes ambientales del Zoológico Santacruz, no se imaginó que su pequeño aporte contribuiría a la reducción de la cifra de orquídeas en peligro de extinción. Esta joven, es hoy líder del proyecto “Orquídeas para educar”, por medio del cual se pretende rescatar diferentes especies y evitar su destrucción debido a la deforestación y depredación que los mismos campesinos de la zona han provocado; “la idea es tener próximamente más plantas en el Orquideario, y cuidarlas para luego reintroducirlas en los bosques”, explica Dania.
Por su parte, Haydy Monsalve, veterinaria de profesión y directora de la Fundación Zoológico Santacruz defiende la causa de preservar las especies de flora de la región. “Queremos que la gente no vuelva a sacar las orquídeas del bosque, porque ellas están cumpliendo una función. Todo lo que existe en el planeta y en la naturaleza tiene una labor que cumplir y no queremos que se produzca un desequilibrio.”
Para conseguir unos buenos resultados, jóvenes pasantes de la Universidad Incca apoyan la labor del Zoológico. Además diferentes líderes de otros proyectos colaboran a Dania, como es el caso de Milena Sánchez quien se mantiene al tanto de las actividades del proyecto de Orquídeas y se muestra solidaria, pero a la vez indignada al contar que “las personas van a los bosques, matan las plantas de la misma especie y se quedan sólo con una para hacer que esa planta valga mucho más.”
Las condiciones bajo las que subsiste el Santacruz son de admirar, ya que el zoológico se mantiene únicamente del ingreso de público los fines de semana y de las visitas de colegios el resto de días. Semanalmente, se gastan aproximadamente 6 millones de pesos en comida, de los cuales 3 millones y medio se gastan en productos de plaza de mercado, 600 mil en pescado y lo demás en diferentes alimentos. La doctora Monsalve asegura que “toda la plata es para comida, es nuestra prioridad.”
A partir de esto, proyectos como el de ‘Orquídeas’ resultan siendo inversiones que el Santacruz patrocina de su propio bolsillo, ya que el Gobierno no presta ningún tipo de ayuda, ni tampoco recursos para el sostenimiento del lugar. En el año y medio que lleva en funcionamiento el Orquideario, se han invertido un poco más de 5 millones de pesos durante las etapas del proceso que busca la reintroducción de las diversas especies que existen en el municipio de San Antonio del Tequendama.
María Cristina Mora, presidenta de la Asociación Bogotana de Orquideología (ABO), en su búsqueda por la preservación, conservación y reproducción de las orquídeas asegura que “es un proyecto estupendo. Me gustaría juntarme con ellos, porque hay que ayudarlos con su meta.”
Aquellas flores, dignas representantes de la belleza natural, paradójicamente encuentran en su hábitat su destino final y en el hombre su verdugo despiadado. Pero, con proyectos como el de la Fundación Zoológico Santacruz y con entidades dispuestas a colaborar como la ABO se puede llegar a conseguir ese objetivo de educar a la gente por medios diferentes a los tradicionales. “A través de las orquídeas tenemos una responsabilidad social con el medio ambiente y con la comunidad”, concluye Mora.
Fernanda Basto Reyes
Periodista Invitada
LA LUPA
Fuente Imagen Sumario: http://www.pasarlascanutas.com/fotos%20de%20flores/fotos%20de%20orquideas/foto_de_flor_orquidea_13.JPG
No hay comentarios:
Publicar un comentario