fuente: Electricaribe |
“Colombia, país de derechos” una
frase al aire, un sueño lejano que choca con nuestra realidad actual, más aún
cuando una gran porción de Colombianos ni siquiera se consideran ciudadanos.
Mucho se ha hablado sobre los derechos humanos en términos de violencia y
conflicto armado que ha dejado millones de victimas que se han convertidas
ahora en habitantes de las ciudades de manera forzada pero poco o nada se ha
discutido con respecto a la violación que a los derechos humanos respecta la
carencia de derechos económicos, sociales y culturales debido a la falta de
profundización en políticas públicas que los reivindiquen y su incidencia en la
participación de estos conglomerados en todo tipo de espacios: políticos,
comunales, deportivos, culturales. La pregunta fundamental al respecto sería
¿De qué manera la vulneración de los llamados DESC pone en peligro la creación
del tejido social y ciudadano?
Muchos estudios han
detallado cómo la vulneración de los DESC ponen en peligro el funcionamiento y
el trabajo colectivo de la sociedad, su confianza, capital humano y sobre todo
su capital social, uno de ellos, Robert Putnam define a este como “las características
de la organización social tales como la confianza, las normas y redes, que
pueden mejorar la eficiencia de una sociedad mediante la facilitación de
acciones coordinadas” (1)
El Protocolo Facultativo
al Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales (PIDESC)
del 10 de diciembre de 2008 se constituyo en el principal avance en materia de
Derechos Económicos Sociales y Culturales al permitir que ahora las personas a título
individual o colectivo puedan presentar denuncias ante la comunidad internacional
cuando sus derechos a salir de la miseria sean vulnerados.
Con respecto a los DESC
en Colombia cabe acotar que el país y su sociedad convive de manera
fragmentada: Por un lado los incluidos y por el otro los marginados, este
último grupo conformado por un 60%de la población que debido a diversos
factores (Violencia, Concentración de capitales, desempleo, desmonte paulatino
del estado) se ha visto obligado a vivir en la informalidad y algo todavía
peor, vivir en los cinturones de miseria sin hacer parte del sistema
Socio-Económico.
Según un estudio
presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en
2010, Colombia se encuentra entre los 10 países más desiguales del planeta,
medida bajo el Coeficiente de Gini. Una de las conclusiones más relevantes del
estudio puede servirnos para plantear desde los sectores sociales soluciones de
fondo “Las causas estructurales de
origen político y social que reflejan factores históricos, falta de igualdad de
oportunidades y de acceso a las relaciones de poder, con situaciones de
exclusión, opresión y dominación se convierten en factores preponderantes de
desigualdad en el desarrollo humano”, conclusión que cuestiona en cierta medida
la viabilidad del modelo económico actual en Colombia el cual ha terminado por
desechar el capital humano y social de millones de colombianos que solo el día
que disfruten de derechos económicos sociales y culturales de manera plena
sentirán orgullo de ser denominados ciudadanos.
Felipe Pineda
Columnista invitado LA LUPA
lalupa@gmail.com
(1) PUTNAM, Robert, Para
hacer que la democracia funcione, Venezuela, Galac,1994
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